martes, 22 de abril de 2008

Méretrice, écoute moi:
Je dois mourir,
y quisiera doblarte por los pliegues de la vida
romper mi brazo entre tu selva,
arrastrarme y ser la lluvia en tus torrentes.
Méretrice. Dix Francs. Écoute moi:
llegar a ser el negro escarabajo de tu mundo,
clavar mis dedos en el barro duro de tu
cuerpo,
ser la antena de un barco hundido en tus
ojos,
Méretrice des yeux d'or, te lo ruego,
¡Déjame nacer de nuevo entre tus pechos,
doblarte y retorcerme, Meretrice,
soy un triste caminante de tus pasos,
aún no sé nadar
y quiero ahogarme en tu pantano.
Méretricel écoute moi. Je dois mourir.

5 comentarios:

manolotel dijo...

Ha sido una gozosa sorpresa saber de este blog ya que las veces que has estado por Cádiz, no me he enterado a tiempo y las veces que he ido a Sevilla, o no he podido o mi único nexo literario y amigo, el Aviador, no ha estado disponible. Por aquí andaré y procuraré molestar lo menos posible.

Y ahora el comentario propiamente dicho (que crítica no es, no podría ser) con toda la admiración que sea capaz de transmitir, extensiva a una obra personal y ya madura, como es la tuya, a mi juicio entroncada con el mejor futuro de la poesía andaluza.

El idioma francés, hecho para el amor, combina a la perfección en este poema donde la palabra se hace carne y penetra en el cuadro deformándolo, rodeándolo de un paisaje yo diría que surrealista pero sin perder el tacto, el contacto con la piel y el deseo que la evoca.

Un abrazo

Víctor González dijo...

Gozoso momento para las letras blogoscosas, el de tu incorparación al mismo. Lecciones magistrales on line para los que amamos la literatura, y para colmo poemas visuales. El futuro irá por ese camino, seguro.
Abrazo.

Tom Tolaba dijo...

Salutem plurimam, añorado profesor

Simón Viola dijo...

El "Damero maldito" de El país de hoy domingo utiliza como solución unos versos tuyos del poema "Yo me bebo"
Un saludo
Simón Viola

manolotel dijo...

Que la nada no sea nada y la memoria todo. Y leerte.